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HACIENDA MOLINO DE GUADALUPE






En el año de 1882, en el Valle de Texmelucan existían 21 Haciendas que se dedicaban a la agricultura y a la explotación de lo montes, de estas tres eran las principales: Molino de Guadalupe, San Damián y San Juan Tetla. Las dos primeras propiedad de Alejandro Sela.


Vista de la casa grande y capilla abierta
Foto: Lucero Haasmann

Remontando en el tiempo encontramos que la Sra. Ana Fernández de Sela junto con su esposo el Sr. Alejandro Sela, ya que sus negocios no marchaban muy bien en los últimos años del siglo XIX, se ven en la necesidad de vender algunas de sus propiedades; según la escritura de fecha 12 de Abril de 1888, el señor Marcelino G. Presno adquiere la Hacienda de Guadalupe, conformada en ese tiempo por la antigua Hacienda de Coltzingo, los ranchos y montes de Otlatla y Xicorral y el Rancho de Santa Rosa o Loma de Caballero, ubicados todos ellos en lo que hoy es el Municipio de Tlahuapan, esta Hacienda de Guadalupe Coltzingo había pertenecido a los Sela desde el año de 1873, además se sabe que el empresario español había sido el arrendatario de dicha Hacienda desde el año de 1870, a la cual con el paso del tiempo logra convertir en una pequeña zona industrial.



Ruinas de la calpaneria y la fabrica la Asturiana tomadas en 1974
“Morfología social de la hacienda en México”


A Marcelino García Presno, casado con Leonarda Pérez, Fuentes, también se le ubica como propietario de la Hacienda de San Bartolo Granillo, cercana a la población de Santa Maria Moyotzingo en el Municipio de San Martín Texmelucan; aunque dicha Hacienda también aparece en poder tanto de Eulogio Guillow, dueño de San Antonio Chiautla, como de su suegro, el empresario textilero Félix Pérez y su concuño Blas Reguero y Caso esposo de Carmela Pérez Fuentes.

La lejanía de algunas Haciendas con la línea de ferrocarril así como la dificultad que en esos tiempos representaba la transportación de los productos agrícolas lleva a algunas de ellas a la quiebra, circunstancia que fue aprovechada por el Sr. Presno para comprar pequeñas haciendas y ranchos aledaños a Guadalupe, acrecentando así su propiedad.



Ruinas de las fabricas de San Juan, La Asturiana y San Félix tomadas en 1974
“Morfología social de la hacienda en México”

En aquellos tiempos la hacienda más antigua de la región y única en conservarse como tal fue la de San Francisco Apapasco, cuyos vestigios aun se encuentran en la población de Guadalupe Zaragoza, de este Municipio.

Marcelino García Presno, era una persona con una gran visión comercial que logra levantar un autentico emporio comercial e industrial en la Hacienda “Molino de Guadalupe”, además de librar una lucha de poder con Monseñor Eulogio Guillow, dueño de la Hacienda de “Chautla” por lograr la supremacía económica y territorial.

En el año de 1888, los hacendados no solo hacen gestiones para que el ferrocarril pasara por sus haciendas sino que lograron que la estación del ferrocarril en la Ciudad de Puebla quedara cerca de sus casas, así es como Marcelino G. Presno compra una casa ubicada en la calle Benito Juárez la cual colindaba al oeste con la estación del ferrocarril de San Martín y por el norte con la estación del ferrocarril de México.


Centro ferroviario junto a la fabrica de muebles y cajas del a hacienda Guadalupe
Fotografia de E. Salat de 1910

La ruta del ferrocarril de San Martín era de la estación en esta población pasando por San Cristóbal Tepatlaxco, Hacienda de Chautla, pueblo de San Lucas, cruzaba grandes extensiones de tierra de labor, pasaba cerca de la hacienda de Guadalupe Coltzingo, Irolo en Tlaxcala terminando su recorrido en la estación de San Lázaro en la Ciudad de México.

En 1890 se construyó un ramal ferroviario que iba de la Hacienda a la estación de Atotonilco en el Edo. de Tlaxcala y para 1898 ya contaba con un sistema ferroviario interno de aproximadamente 30 kms. de vía que unía todas las secciones de la Hacienda y la casa principal con el ramal central, con un escape en cada edificio y pequeñas estaciones donde había cruces de camino con cambios de vía y guarda vías.

En el desarrollo industrial, en el año de 1898 se asoció con los hermanos Juan y Manuel García y fundó bajo la razón social de “García Hnos. y Co.” La fábrica de hilados y tejidos “San Félix”, la cual contaba con 5,056 husos y 154 telares.

En 1899 comenzó a construir por cuenta propia la fábrica de hilados y tejidos “La Asturiana” con 4,992 husos y 170 telares.

Asociado con su suegro Félix Pérez y con Pedro Segarra fundó la fábrica de hilados y tejidos “San Juan”, de 2,700 husos y 100 telares, por lo que entre las tres fábricas sumaban 12,748 husos y 424 telares.

En 1900 el Censo General de la República Mexicana apunta que en la Hacienda Guadalupe se contaron 1236 habitantes y 560 en el rancho San Luis (hoy Nuevo Tlahuapan) con un total de 1796 habitantes, mientras que en Santa Rita solo había 1380 personas.

La Hacienda “Molino de Guadalupe” fue una de las más grandes e importantes de la región, por su extensión de más de 13,000 has. Como también por el movimiento comercial e industrial que generó en su tiempo, pues además contaba con una fábrica de loza fina y porcelana llamada “La Asunción”, fundada en sociedad con José Maria Ovando y Fernández, además de un aserradero con el cual proveía una maderería y una fábrica de muebles que tenía en la ciudad de Puebla; sin olvidarnos por supuesto del molino donde se producía harina de trigo, que era el que daba el nombre a la hacienda.

En el censo de 1910 se nota ya una disminución en el número de habitantes, ya que “Guadalupe” contaba con 986, la fábrica de “San Félix” con 270 y el rancho de “San Luis” con 350 haciendo un total e 1606 habitantes, mientras Santa Rita Tlahuapan contaba con 1,400.


Capilla abierta y parte de la casa grande, año 2000
Foto: Max Haasmann

Adolfo Dollera cita en su obra de historia “México al día” , escrita en 1911:

“La mesa del Sr, Presno era una mesa regia y notable. DE forma circular, se componía de dos partes, una fija alrededor de cual tomaban asiento los comensales y la otra central y movible en virtud de un mecanismo especial movido por electricidad.

En esa parte movible de la mesa, a la distancia de un medio metro la una de la otra, estaban dispuestas en bonito orden varias series de botellas de vinos finísimos, que lentamente, junto con los platillos pasaban y volvían a pasar para que cada uno tuviera cada cosa a su alcance.

Un minúsculo ferrocarril corría sobre sus rieles de la cocina al comedor y viceversa llevando platos y guisos, evitando así que oídos indiscretos pudieran enterarse de lo que se decía en la mesa. Tal era el esplendor con que se vivía en la Hacienda Molino de Guadalupe”.

La Hacienda Molino de Guadalupe, junto con las haciendas de Eulogio Guillow, Félix Pérez y Enrique Evans fueron de las primeras en desaparecer con la llegada de Venustiano Carranza al poder; ya que desde el inicio o del Movimiento Revolucionario la Hacienda Molino de Guadalupe fue de las más golpeadas en la región, Marcelino García Presno abandona su propiedad sin que se conozca el motivo exacto pero se sabe que posteriormente, el 12 de noviembre de 1914 se le privó de la posesión de su finca. La Hacienda fue destruida, su casco usado como cuartel por el Ejercito del Gral. Domingo Arenas y gran parte de sus tierras repartidas entre los campesinos ya que en ellas se fundaron 5 Colonias agrícolas.

A pesar de la depredación sufrida a manos de los revolucionarios, la fábrica de “San Félix” siguió funcionando hasta los años treintas.

En 1920 aun sale correspondencia de la fábrica “San Félix” ero en papel membretado de la fábrica de hilados y tejidos “La Josefina” de Tepeji del Río, en Querétaro.

El 9 de Enero de 1925, cuando aun pertenecía al Municipio de Tlahuapan, los vecinos de la Fábrica “San Félix” solicitan la creación de su colonia siéndoles negada esta petición el día 9 de Diciembre de 1926 por su condición de fábrica.

Con la erección del Municipio de San Matías Tlalncaleca, el casco de la hacienda y de las fábricas de “San Félix”, San Juan” y “La Asturiana” así como la población de Juárez Coronaco pasaron a formar parte del mismo; para 1933 ya se reportaba como “deshabitada y en ruinas” al igual que “San Francisco Apapasco” y “San Miguel Molino” ésta última de la población de San Miguel Tianguistengo.

En 1934, el Presidente Municipal de Tlahuapan, Juvencio Taboada le solicita al Sr. Juan Presno “tenga a bien vender unos rieles para la construcción de la escuela del lugar”lo cual nos hace pensar que todavía existía movimiento.

Hoy en dia aun podemos admirar algunos restos que nos hablan de esplendor de la que fuera la hacienda más grande y próspera de la región, la Hacienda “Molino de Guadalupe” como la capilla abierta, la capilla privada, la casa grande con los escudos de la familia en la arquería de la entrada principal, algunas bodegas, las estructuras de las fábricas de “La Asturiana”, “San Félix” y “San Juan”, los restos de algunos de los puentes por donde pasaba el ferrocarril, parte de las calpanerías, las trojes y un torreón con las iniciales “M.G.P.” con la fecha de su construcción, desde donde –según se cuenta- Marcelino García Presno solía admirar en toda su belleza la extensión de su hacienda.



Puente de la Hacienda "Molino de Guadalupe", en el camino que va a Santiago Coltzingo.



Torreón de la Hacienda "Molino de Guadalupe"

1 comentarios:

Anónimo dijo...

QUE BONITO LUGAR.......LASTIMA QUE ESTE TAN DETERIORADO.... PERO AUN ASI LA HISTORIA ES INTERESANTE..... FELICIDADES

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Cronista de Tlahuapan | TNB